domingo, 11 de julio de 2010


"Aquel camino sin gente.
Aquel camino.

Aquel grillo sin hogar.
Aquel grillo.

Y esta esquila que se duerme.
Esta esquila..."


"El grito deja en el viento una sombra de ciprés.

(Dejadme en este campo, llorando.)

Todo se ha roto en el mundo.
No queda más que el silencio.

(Dejadme en este campo, llorando.)

El horizonte sin luz está mordido de hogueras.

(Ya os he dicho que me dejéis en este campo, llorando.)"

"Tierra seca, tierra quieta de noches inmensas.

(Viento en el olivar, viento en la sierra.)

Tierra vieja del candil y la pena.
Tierra de las hondas cisternas.
Tierra de la muerte sin ojos y las flechas.

(Viento por los caminos. Brisa en las alamedas.)"



"Y el viento las acariciaba y como jóvenes amantes del anochecer sus cuerpos rozaban,
Juntos creaban el tango más natural que mis oídos pudieron conocer…"


"el mismo paraíso podía hacerme fenecer si no sabía mesurarme. Éste era el aprendizaje y aquella su advertencia."


"Durante esos breves instantes el tiempo pareció detenerse y percibí, en medio de aquella serenidad subjetiva, rodeado del más bello paraíso ahora bajo la noche, que la muerte me hacía saber a través de las diversas tonalidades del verde oscuro que todo lo presidía que estaba allí mismo para que la vislumbrase y aprendiese a respetarla."



Despiértate. La cama está más fría
y las sábanas sucias en el suelo.
Por los montantes de la galería
llega el amanecer,
con su color de abrigo de entretiempo
y liga de mujer.

Despiértate pensando vagamente
que el portero de noche os ha llamado.
Y escucha en el silencio: sucediéndose
hacia lo lejos, se oyen enronquecer
los tranvías que llevan al trabajo.
Es el amanecer.

Irán amontonándose las flores
cortadas, en los puestos de las Ramblas,
y silbarán los pájaros ?cabrones-
desde los plátanos, mientras que ven volver
la negra humanidad que va a la cama
después de amanecer.

Acuérdate del cuarto en que has dormido.
Entierra la cabeza en las almohadas,
sintiendo aún la irritación y el frío
que da el amanecer
junto al cuerpo que tanto nos gustaba
en la noche de ayer,

y piensa en que debieses levantarte.
Piensa en la casa todavía oscura
donde entrarás para cambiar de traje,
y en la oficina, con sueño que vencer,
y en muchas otras cosas que se anuncian
desde el amanecer.

Aunque a tu lado escuches el susurro
de otra respiración. Aunque tú busques
el poco de calor entre sus muslos
medio dormido, que empieza a estremecer.
Aunque el amor no deje de ser dulce
hecho el amanecer.

-Junto al cuerpo que anoche me gustaba
tanto desnudo, déjame que encienda
la luz para besarse cara a cara,
en el amanecer.
Porque conozco el día que me espera,
y no por el placer.


"Miré al agua y noté que la muerte nos observaba desde las profundidades de aquel lugar en el mal llamado Pacífico. Mi ser esencial lo sabía y debió conectar con aquello."

martes, 6 de julio de 2010

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"Dejad solo al mar
Dejadlo con su pena
Con sus islas desiertas
Con sus peces de espada y sus minuciosas tardes lentas.
Con su gaviota de perla
Que cruza arañando el amplio mar
Con sus islas desiertas

Dejadle a los faros
Que velan y los puentes colgantes
que interrumpen sus aguas"






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