Escucho el eco de lo que tal vez pudo ser;
ya no tengo nada que perder, y me duele;
pero me aferro a ti, a la idea, a la necesidad.

Dime tu que sabes de amor

otro mejor amante

que el mar con la arena.

La vida me ha dado colores, pero miro en blanco y negro de aquí hasta donde el paisaje se aplana convirtiéndose en una larga linea horizontal.

Quizás un día moriremos, quizás eso sea cierto.
Atrás dejaremos las aves que nuevamente reinaran el cielo.

Cuando te veo, deseo besarte.
Me pregunto si te puedo abrazar,
extiendo mis brazos y tú llegas hacia donde estoy,
llenas el aire, llenas el vació.

¡Dios, como deseo besarte!

Me gusta que mi mundo sea negro, alejarme de todos, acostarme y tapar con mis brazos mis ojos que aun cerrados ven el mundo que gira a mi alrededor.

Escucho a los demás y veo que todo es negro, veo con los ojos cerrados gamas de negros y me concentro. Trato de limpiar mi mente de imágenes libidinosas y fobias, me distraigo y me regaño por distraerme.
Imagino un grifo y agua cayendo, escucho el agua caer y chocar contra el manto horizontal que refleja la imagen del grifo y una luz extraña que no se de donde proviene.

Me quedo ida y finalmente siento que me he concentrado, ya no existe en mi mente recuerdos de besos, caricias, fobias o actividades para el siguiente día, dejo de pensar en ti... estoy completamente sumergida en el negro.

Mi habitación se amplia rápidamente, siento el aire helado entrar por mis fosas nasales y bajar hasta mis pulmones, es helado...
Me siento relajada y experimento mi alrededor con todo mi tacto, no se como lo logro, pero estoy conectada con mis sentidos.

De la imagen negra recuerdo tu nombre, el olor de tu cabello, tus labios, la textura de tu piel y junto con mi imaginación te imagino lentamente sobre mi, siento tus manos en mis caderas, tus labios en mi abdomen y subes... escucho algo que suena como un solo prolongado de The Doors de fondo...

Toco con las yemas de mis dedos tu cabello, corro el cabello de tu frente e imagino tu sonrisa. Esa sonrisa que me excita y me desvanece.

Besas mi cuerpo mientras sonríes, se sienten suaves y tiernos. Levanto la cabeza, te levanto el rosto y te como a besos. Siento tus labios, los labios que tanto desee besar en publico y el pudor y la censura no me permitió...

Mis piernas te rodean, mientras las yemas de mis dedos recorren tu espalda. El olor de tu loción con el de tu sudor se mezcla y producen un aroma que mis palabras no pueden describir.

Y es en ese momento, en ese justo momento... donde mi imaginación no me permite continuar y solo te pienso hasta que me duermo pensándote.