domingo, 27 de febrero de 2011

No hace falta que salgas de tu habitación. Quédate sentado ante tu mesa y escucha. Ni siquiera hace falta que escuches: simplemente, espera. Ni siquiera hace falta que esperes: simplemente, aprende a quedarte callado, quieto y a solas.

El mundo se te ofrecerá libremente para que le quites la máscara. No tiene otra opción, caerá a tus pies en éxtasis.

(Franz Kafka)